viernes, 23 de febrero de 2018

Brújula (Prólogo)

 En la búsqueda de horizontes nuevos, uno anda meditando sobre los pasos que a continuación se presentan, de vez en cuando caminamos en busca de una razón que sobrepase cualquier intento de vaguedad; caminar es una forma de vivir, así como quien por pereza decide omitir aspectos importantes de la vida o podría decirse que es uno de los tantos modos de proceder. Es intrigante identificar situaciones que ameriten  decirse riesgosas, no por el grado de dificultad, quizá en el peor de los casos peligrosidad, pero decime vos que caminás, ¿Es necesario siquiera al menos valorar los factores antes mencionado? Es muy frustrante (para mí) lidiar con los factores de riesgos con lo que respecta a investigar las vagancias que a diario y sin buscarlas se me presentan; la concepción de ciertas palabras que, moralmente son poco aceptadas me hacen pensar si lo que consideramos poco ético de verdad carece de moralidad. No puedo venir y decir que la moralidad colectiva me vale un pedazo de mierda, no es nada respetuoso ocupar palabras soeces para expresar un malestar que se presenta temporal. 

Calificaciones basadas en criterios que no son los míos, ¿Debería acaso importarme la opinión ajena si en el fondo de mi noción no me importa?  No hay conclusión en un asunto donde las definiciones nos limitan, moverse sin rumbo es una cualidad que requiere ciertas aseveraciones, (que no me importa no considerar) sin embargo, solo queda caminar, sin brújula, sin viento, solo yo y mis aciertos.