jueves, 24 de julio de 2014

El inconcluso (Capítulo 1-2).

Apresuramos el paso hacia nuestro destino, el deseo de comer era inevitable, se presentaba el otoño en Londres y el clima se tornaba muy agradable, yo caminaba apreciando las casas de la Oxford St, fue mágico e inolvidable. George era un tipo raro, no lo conocía bien, así que seria grosero describirlo por ahora, pasamos por Rathbone PL, dirigí mi vista al horizonte, y me sentí feliz, aproximadamente a 50 metros de distancia se encontraba el restaurante, el Marquis of Granby, exprese mi entusiasmo:

- Hey George, ¿es ese el lugar? - Aparentando en si mi emoción, fingiendo no ser exaltado.
- Si, ese es.
- ¡Vaya! Viendo el lugar supongo que no es tan barato.
- No te preocupes, ya veremos.

 Nos detuvimos por un momento enfrente del lugar, y nos sentamos en una de las mesas de afuera, situada a la vista de un rótulo que decía: "One Way". 

Un mesero llego y nos dio un menú para cada uno, lo abrí con calma y sutileza, revise y esto fue lo que vi: 


  • PLATO NICHOLSON PARA COMPARTIR.            £10.50  
 Fondue de queso brie, pan de ajo, salchichas gloucester, mini pollo frito sureño en filetes, aros de cebolla caseros, aceitunas marinadas, queso feta y salsa de crema agria. 


  • CERDO, PUDIN NEGRO, SALCHICHAS Y PURÉ.     £9.45 
Tres  filetes de cerdo, pudin negro y salchichas de mostaza, se presentan en el cremoso puré de patatas, coronada con aros de cebolla caseros.


  •  SALCHICHAS Y PURÉ.     £7.50 
Salchichas gloucester con cremoso puré de patatas. Opción vegetariana disponible.
  •  POLLO, TOCINO Y QUESO BRIE.    £11.00  
Pechuga de pollo lleno de una mermelada dulce de cebolla, rematado con un brie y fondue de tocino, envuelto en panceta con un tomate y hierbas en salsa, servido con patatas crujientes y ensalada.


 Luego de leer detalladamente algunas de las opciones que el menú me presento, dirigí la mirada hacia George, le dije:

- Hey, ¿tienes algo en mente o aun nada?
- Claro.

  Tomo mi menú indicándome con su dedo la opción que escogió, un plato para dos personas. Le mire y con una rara expresión facial le indique una respuesta afirmativa.
- ¿Desean algo de tomar? - Pregunto el mesero.
- Por supuesto, que sean dos lager.
- En 20 minutos aproximadamente estará listo el plato, mientras tanto les traeré las bebidas. 

El mesero dio la vuelta y en cuestión de segundos desapareció dentro de mi rango visual.

- ¿Que es lager? - Pregunte con mucha curiosidad a George.
- Ah, olvide decirte, pues... Cerveza. Tomas cerveza, ¿no?
- Pues no, pero de vez en cuando no esta mal hacerlo, ¿o si?
- Si existe en tu mente la moderación no hay de que preocuparse.
- Claro, entiendo.

 En el fondo me sentía algo raro, pues era la primera vez que iba a tomar cerveza. Sin querer exprese mi disgusto y enseguida el se impuso:

- No tienes que hacerlo sino quieres. 
- Riéndose fragilmente terminando con una sonrisa.
- Es que es la primera vez y...

El mesero apareció y sirviendo un par de vasos cerveceros, coloco con cuidado las bebidas. Quede viendo a George y le dije:

- Tomare un trago por ahora.
- Jaja, esta bien, sino te gusta no sigas, nadie te obliga.
- ¿Cuantos años tenes George?
- 21 y tu?
- 19, ¿vives aquí en Fitzrovia?
- Si.
- ¡Vaya! ¿Y estudias?
- Claro, soy estudiante de la Universidad de Westminster, actualmente termino mi maestría en economía aplicada.
- Oh, que bien, yo recién entré al Instituto de neurología.
- ¿Camden?  ¿Donde vives?- Con unos primos en un apartamento pequeño situado en Pancras Rd, exactamente enfrente del Goldington Crescent Gardens.
- Bonito lugar, eh, mira, ahí viene el mesero con la comida.
- Que bien, a comer se ha dicho.

El mesero llego a nuestra mesa y enseguida nos sirvió, era un plato grande como para compartirlo los dos, es mas, creo que tres podríamos comer bien, me sentía de lo mejor, obviamente extrañaba mi patria, me sentía mal por no comer un buen plato de gallopinto, la comida de mi madre, la de mi abuela...

Al cese del gran plato, olvide todo, prácticamente todo, me sentía tan lleno que me olvide de que había acordado de estar en casa a las 6:30 pm, con insistencia me dirigí hacia George y le pregunte la hora, note que estaba pensativo y al instante no respondió, y le dije:

- ¡Hey!
- Disculpa, estaba pensando.
- Sino me dices no me doy cuenta - Exclamé con un tono sarcástico y gracioso.
- Jaja, lo siento, soy un tanto despistado, me has preguntado por la hora, ¿no?
- Si. 

Saco de su bolsillo un teléfono y enseguida me dijo:

- 5:49 pm, ¿te vas?
- Si, acorde de estar en casa a las 6: 30 y no se cuanto tarde en llegar, iré en bus.
- Llegas como en 20 minutos, y si lo tomas ya, llegaras a tiempo.
- Claro, enseguida iré a la estación, ¿me acompañas?
- Si.

 Llegamos a la estación, espere tres minutos a que el bus llegara, antes de despedirnos intercambiamos números, y acordamos reunirnos, subí al bus y enseguida me senté a la par de un asiento con vista a la ventana, pensaba y en mi mente me decía:

"Que bonito y buen día".

El inconcluso (Prefacio).

Las ideas fluyen en un espacio infinito, algunas se pierden con gran facilidad, otras permanecen incógnitas, esperando con ansias su descubrimiento. Es complicado pensar en lo obvio cuando se vive en lo absurdo, es fácil vivir con los ojos cerrados fingiendo ser feliz, no vale la pena llorar sin motivo, no vale la pena leer esto sin razón alguna.

 No tengo un tema principal especificado en mi mente, solo tengo inspiración que me hace escribir esto como un adolescente demente. Dedico mi libro a mi ya fallecido hermano, probablemente este en paz, suponiendo tener fe en lo que no veo, insinuando no tener dudas, pero, confieso, creo, aunque de una manera muy distinta a lo tradicional.

miércoles, 23 de julio de 2014

El inconcluso (Capítulo 1-1).

Me preguntaba con emoción en lo interno de mi razón, las posibilidades del amor puro y estable. Recordaba y pensaba en mi futuro, suponía estar en un presente donde el pasado era un futuro, donde el presente era el pasado, donde las nubes son rojas y los arboles celestes, no era un mundo al revés, es mi imaginación con ideas revertidas, donde sencillamente se esmeraba a contrastar tales pensamientos.

Por lo menos fluía en mi la esperanza, no la había perdido, pero tampoco la había anhelado. Con constancia seguida luchaba contra la realidad, quería cumplir mi capricho sin llevar alguna regla banal, era el libertinaje ideal, insinuaba estar bien y ser normal, pero soy un loco con un serio problema mental, llegas a esta parte y te cuestionas sobre la veracidad de tal escrito, es muy seguro que pienses y no concuerdes, es tan sencillo insinuar entender, es complicado el hecho de buscar hacerte comprender. El pasado no es tu enemigo, el futuro tal vez si lo sea, el presente esta ahí, no hace nada a menos que te muevas.

Y así era a menudo, luchaba fugaz y tenazmente contra sus ideas, alocadas, y poco entendibles, no era un loco, era un genio, el estaba feliz, por lo general siempre estaba feliz, a veces era un poco irascible, por lo cual la gente evitaba mucha relación, suponía su realidad como la mejor de todas, se esforzaba en sus locuras y en sus actos de demostrar dicha situación, era perspicaz, lo sigue siendo, hasta ahora he visto que lo describo en pasado, tanto que cualquiera podría pensar que murió.

El vive en este libro, cuando lees le das aire, cuando imaginas lo haces mover, su alma vuela por cada hoja, suspira al cambio dudoso de cada pagina, cierra el libro y enseguida morirá, ábrelo, y te apuesto que renacerá.  

- Septiembre 7 del 2012

Al paso de mis pies gastados por la distancia y el tiempo, decidí detenerme, y dispuse de ir a la torre BT, situada en el numero 60 de la calle Cleveland, Fitzrovia 4JZ W1T, un lugar hermoso, elegante e increíble, propio de la cultura inglesa. Reiterando al punto, me dispuse de fotografiar cada lugar que para entonces, consideré y hoy en día considero, importante y grandioso, Fitzrovia era una comunidad no muy grande, es mas, era una de las pocas que mantenía con humildad su hermosa e impresionante arquitectura, sostenía un estilo clásico y a la vez contemporáneo, me sentía dichoso. El tiempo avanzaba y mis ojos se deleitaban, mi estomago grito.

- ¡Vaya! Que hambre tengo, necesito comer. 

Tome el transporte público que me llevo hasta Tottenham Court road, me detuve y me senté en una banca a la par de un muchacho, era muy probable que tuviese alrededor de 25 años, me miro con excesiva tranquilidad, asintió con su cabeza un raro pero agradable saludo mientras apartaba con fijeza la mirada hacia un árbol , me parecio un tipo enigmático pero confiable, era una conspiración irónica de la realidad. Levante la mirada observando con detalles el gris pero hermoso cielo ingles, por lo general tenia la costumbre de suponerme  la hora viendo la posición del sol, pero bueno, recalco, el cielo era gris, por lo tanto se me imposibilito llegar a una clara conclusión, en eso, el tipo de al lado interrumpe en mi mente.

- Es muy probable que seas extranjero, claramente se nota... Apuesto a que son las 4:30 pm aproximadamente.
- Oh, si, soy de Nicaragua, ciertamente se me torna curioso el hecho de que me digas la hora, ya que me la pedía mentalmente, vaya! Me llamo Manuel, Manuel Josue Medina Wilson, mucho gusto.
-  George Frederick Lemacks Stone, a su servicio mi estimado.
- Bonito nombre, ¿Por casualidad conoces de algún buen lugar para comer? De preferencia bueno y barato.
- No esta muy largo el Marquis of Granby, es bueno, algo barato supongo, y ahora que lo mencionas, también tengo hambre, vamos.
- Claro, entonces avancemos.