- 12 de octubre del 2016
Ahora que he estado en sano juicio, las ideas ya no me invaden cruelmente en el pensamiento diario. Vos pensas de seguro en nada, y pues, esta bien. Cada quien se satisface a su manera. Puede sonar cursi el hecho de relatar una experiencia personal, quizá por la manera en la que se quiso dar entender, y la forma de interpretar las cosas; la vida quizá se esfuerza junto con el tiempo para hacerte entender que es necesario madurar. ¿Pero, qué es "madurar"? Tal vez tratar de resignarse por todas las estupideces que hiciste mas joven; cuando eras adolescente por ejemplo. Tenes que tener en cuenta que nadie te juzga, pero la vida sí.
Me devolví a Fitzrovia, muerto en vida, decepcionado y con mala gana. Siempre es lo mismo, y, es un asco para ser honesto. Pero, ya ni importa. Errar se vuelve una costumbre que nunca muere.
Alfred quedó en L¨isle la Sorgue, viviendo fascinado su entorno natural. Ya no le importaba nada, y lo acepté. Fue algo difícil, me había acostumbrado a un Alfred distinto, es el tiempo quizá el factor principal que cambia de identidades y las hace constantes. Parece que aunque queramos cambiar de realidad, nos cansamos de intentar tontamente en cambiar de pensares comunes; realidad que se acepta con la vista siempre al frente, es tu actitud la que determina tu futuro, lo sabes, y por eso prefieres hacerte el tonto, porque sabes que eres una mierda que nunca alcanza lo que se propone, una meta de vida quizá, o la esperanza de hacer un cambio a una pequeña población, es marcarse un objetivo y alcanzarlo cueste lo que cueste. La gente que se rinde es una mierda.
Alfred reanudo la carencia de mi actividad, por ende se espera con paciencia la segunda parte.
***FIN***
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